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Año Nuevo, casualidades o causalidades nuevas.

  • Foto del escritor: Psique Y Ser
    Psique Y Ser
  • 5 ene 2022
  • 3 Min. de lectura
"De todos los infortunios que afligen a la humanidad el más amargo es que hemos de tener conciencia de mucho y control de nada.“
Heródoto


Para muchos se ha vuelto tradición hacer un corte en su vida cuando se comienza un Nuevo Año. Dejar todo aquello vivido en el pasado y construir un nuevo presente.


La fantasía o el deseo, gira entorno a que será un nuevo espacio-tiempo para generar oportunidades, modificaciones o se presenten casualidades. Sin embargo, muchas de las veces, esto está sostenido en una base tan efímera, que las acciones no terminan por denotar el deseo de alcanzar dichas propuestas.


Es una parte muy del humano el dejar que su desarrollo dependa de situaciones o fortunios externos, sin responsabilizarse de sus actos o hacer algo por materializarlos. De ahí se desprenden exclamaciones como: "está vez no tuve suerte", "no le caí bien, por eso no conseguí el empleo", ó "me paré con el pie izquierdo". Aunque muchas de las veces, las exclamaciones van de la mano con una serie de rituales que refuerzan la fantasía de que hoy "será un buen día". Rituales como: usar una prenda en especial, traer consigo amuletos, pulseras, etc; rezar o suplicar a divinidades.




Todo esto pone hacia afuera la responsabilidad que, en la mayor parte de las veces, debe ser puesta hacia adentro. Sin embargo, aunque suene irónico, el hacerlo así, es sano para la persona. Conscientemente no podría tolerar tal angustia de saberse responsable ante sus actos y consecuencias; y como mecanismo de defensa, su psique lo deposita en alguien o algo más. Esto genera una sensación de insatisfacción por no haber cumplido el objetivo, pero elimina la culpa y todos sus desencadenamientos por no ser esa persona que idealmente cree que es.


Pero actuando así, los años pueden pasar y el sujeto puede seguir paralizado, inhibido y pasivo. Esperando y deseando que una casualidad acabe con esa actitud y le dé la oportunidad que tanto desea. Cuando en realidad debemos de hablar de una causalidad.


Según la real Academia, la diferencia entre casualidad y causalidad es que, la primera es la combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar. Mientras que la segunda, es la causa u origen de la cual se producen efectos.

Esto nos lleva a pensar que el sujeto debe ser una causa en sí mismo, y no una casualidad. Él debe ser el origen de sus posibilidades y oportunidades. Para ello se requiere de mucha labor, de instropección y de "ser consciente de sí". Tampoco con esto se espera que la persona se vuelva omnipresente y omnisciente, que todo lo puede por solo tener el control de sí mismo, porque una realidad es que si existen factores externos que juegan un papel importante; sin embargo esos factores no deben gobernar tu vida interna.


¿Cómo lograr discernir entre lo que si me compete y lo que está afuera como un factor que puede impactar?

Sin afán de generar un comercial mercadológico, la terapia es un excelente espacio que te puede permitir escucharte, analizarte y conocer la profundidad de tus océanos. Un proceso en donde tarde o temprano, caerás en cuenta de ti y de tus actos, por ende te responsabiliza de tu existencia y de tu lugar en los espacios externos.


Recuerda que en Psique & Ser

“Estamos para escucharte”

 
 
 

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